El arrianismo y su influencia en la actualidad


El arrianismo es la enseñanza de que Jesucristo no es, por naturaleza, igual al Padre, sino que es la primera creación de Dios.
Arrio, fundador de este movimiento, murió en el año 336 d. C. Sus ideas tendrían un tremendo impacto en la temprana iglesia al hacer que la misma definiera la ortodoxia con un número de credos. Sin embargo, su impacto continúa hasta nuestros días con grupos como los de los Testigos de Jehová.
Como resultado de sus creencias, estos modernos arrianos producen una cantidad de argumentos bíblicos para apoyar sus disputas de que Jesús no es Dios encarnado. Aunque bíblicamente el arrianismo es una herejía, sus doctrinas han obligado a la Iglesia Cristiana, y a través de todas las generaciones, a defender lo que se enseña claramente en la Biblia con relación a la persona y naturaleza de Cristo.
Arrio, estudió bajo la dirección de Luciano de Antioquía, quien veía a Jesús como un ser intermedio: mitad divino y mitad humano. De hecho, Luciano nunca pensó que el Logos era totalmente Dios o totalmente hombre. Por lo tanto, Jesús cuenta con un alto posicionamiento entre las criaturas aun para ser llamado “…el primogénito de toda creación.” (Col 1:15), y aunque sobrenatural, no es igual al Padre.
El arrianismo desarrolló la idea de que el Hijo es un ser creado por el Padre, más no engendrado por Él, "semi divino", que tiene un origen en el tiempo o por lo menos un principio definitivo antes de la creación del mundo material.”
1 Posteriormente, Arrio recibiría su ordenación como presbítero en Alejandría, en el año 311 d. C. Contó con muchos amigos en altas posiciones, incluyendo algunos obispos asiáticos, que toleraron sus ideas. Como resultado de la difusión de sus enseñanzas, Arrio recibió oposición y uno de sus opositores, el Obispo Alejandro, argumentó que Jesús era de la misma sustancia con el Padre (homoousios). De otro lado, el grupo opuesto fue conocido como el grupo homoiousios. Este grupo creía que Jesús era de naturaleza semejante con el Padre. Como resultado de este desacuerdo, hubo una gran controversia entre las muchas iglesias locales. Este argumento convencería a Constantino de llamar a un concilio: El de Nicea.
El Concilio de Nicea 318 obispos del oriente y unos pocos del occidente se reunieron en Nicea. Debatieron los temas por cierto tiempo, pero no se llegó a ningún acuerdo. Con el tiempo, los arrianos cometieron el error de presentar una declaración de su fe por parte de Eusebio de Nicomedia.
“Esta (declaración), franca y categóricamente negaba la deidad de Cristo, impresionando aun a la mayoría no comprometida.”
2 Como resultado, “fue rotundamente rechazada.”
3 Los arrianos apelaron a Eusebio de Cesarea, que elaboró un credo que se convertiría en el modelo para el credo niceno. El mismo Constantino actuó y abogó por la adición de que Jesús era de la misma sustancia con el Padre (homoousios [consubstancial]). Muchos de los obispos arrianos cedieron y el emperador ordenó que los escritos de Arrio fueran quemados. A pesar de los esfuerzos del emperador, el credo niceno no resolvió totalmente el tema. Pronto, el emperador empezó a escuchar a los simpatizantes de Arrio. Incluso, restableció a Eusebio de Nicomedia y quitó a algunos obispos que estaban a favor del credo niceno.
Después de la muerte de Constantino, sus tres hijos permitieron a muchos de los obispos a favor de este credo a que volvieran a sus oficios. El conflicto de los años 340 al 380 Este período marca una época de lucha en el imperio y no sólo por la lucha entre la ortodoxia y el arrianismo.
En el año 356, Constantino condenó a Atanasio, el cual fue obligado a huir al desierto.
Constantino apoyó el arrianismo hasta tal extremo que “Para el año 361, una generación después de Nicea, la victoria de los arrianos parecía total.”
4 Sin embargo, la lucha no había terminado. Juliano, el último de los monarcas paganos, subió al trono favoreciendo la tolerancia religiosa y restauró a muchos de los obispos ortodoxos. Pero a pesar de ser pagano, bajo su gobierno, el arrianismo nunca se cristalizó y la ortodoxia ganó bastante terreno.
 En el año 362, hubo un sínodo en Alejandría, el cual enfatizó la deidad del Hijo y del Espíritu Santo.
Esto se convertiría en el precursor para Constantinopla. Alrededor del año 370, Valente llegó al trono, siendo el último de los emperadores a favor del arrianismo. Murió en el año 378 y esto dejó al oriente con una falta de apoyo político para el arrianismo. Eventualmente, Graciano se convirtió en co-emperador con Teodosio, quien durante los años 379 al 395 fue co-emperador y del 394 al 395, único emperador.
Poco después del inicio de su reinado, fue bautizado y expidió un edicto promoviendo la ortodoxia cristiana. “El mismo credo niceno estableció el énfasis en la encarnación, pasión resurrección y segunda venida de Cristo, y en su orientación era más bien histórica que teológica. Por el contrario, el decreto de Teodosio enfatiza la deidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, y la doctrina de la Trinidad y no menciona la obra de Cristo como tal.”
5 Teodosio convocó entonces el Segundo Concilio Ecuménico en Constantinopla.“Este Segundo Concilio Ecuménico realmente marcó el principio de la ortodoxia ecuménica, porque a diferencia de Nicea, representó la conclusión más que el principio del conflicto con el arrianismo.”
6 Con Constantinopla y los esfuerzos de Teodosio el arrianismo había llegado claramente a su fin y la ortodoxia triunfaba en la cristiandad.
 Los Testigos de Jehová: Los modernos arrianos A pesar de los mejores esfuerzos de la iglesia ortodoxa de extirpar esta herejía llamada arrianismo, existen ramificaciones de la creencia que continúan hasta hoy. Una de estas ramificaciones es la Organización La Atalaya de los Testigos de Jehová. Fundada entre mediados y finales del siglo XIX por Charles Taze Russell, este grupo cuenta con varios millones de seguidores en numerosos países del mundo. Como los antiguos arrianos, estos modernos testigos, creen que Jesús es un ser creado el cual no es ni eterno ni Dios. Específicamente argumentan que Jesús es el arcángel Miguel. Sin embargo y al examinar un número de Escrituras, sus argumentos no se sostienen.
Los arrianos "modernos" apelan a la "coma joanica" para argumentar la falsedad de la trinidad divina(pero nosotros no creemos en una trinidad sino en una unicidad)
Pero los Cristianos no dependemos de 1 de Juan 5:6-7 para creer en la unicidad del Padre,Hijo y Espiritu Santo,ya que desde Genesis hasta Apocalipsis queda evidenciado lo que muchos no quieren reconocer.

(Jua_8:24) Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
(1Jn 2:23)  Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
¿No crees que yo soy en el Padre,y el Padre en mi?
(juan 14:10) yo y el Padre uno somos (juan10:30 ) ...el Padre esta en mi,y yo en el Padre (juan10:38 ) la gloria que me diste,yo les he dado,para que sean uno,asi como nosotros somos uno (juan17:22)
(1Ti_3:16) GRANDE ES EL MISTERIO DE LA PIEDAD.
Dios fue manifestado en carne,justificado en el Espiritu,visto de los angeles,predicado a los gentiles,creido en el mundo,recibido arriba en gloria.
(1Jn_5:20) Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.



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