¿Qué tal si la definición de fingir es engañar o dar una falsa apariencia? ¿Qué tal si aparentar puede engañar a los hombres, pero no puede engañar a Dios? ¿Qué tal si es cierto que somos conocidos por nuestras acciones? ¿Qué tal si Jesús tenia razón en decir que no todo aquel que lo llame Señor entrará al reino de los cielos? (Mt 7:21) ¿Qué tal si Satanás quiere hacerme creer que puedo pecar y salir sin castigo? ¿Qué tal si Dios no es sólo un Dios de amor y perdón, sino también un Dios de justicia e ira? ¿Qué tal si fuera horrendo caer en manos del Dios vivo? (Hebreos 10:31) ¿Qué tal si mi amor por las cosas de este mundo demuestra que no pertenezco a Cristo? (1 Jn 2:15)
¿Qué tal si realmente debo examinarme y ver si estoy en la fe? (2Cor 13.5) ¿Qué tal si no me he arrepentido realmente de mis pecados contra Dios y me he convertido completamente al señorío de Jesucristo? ¿Qué tal si he quebrantado los mandamientos de Dios miles de veces sin importarme que es como escupirle en la cara? ¿Qué tal si Dios me hace responsable por cada mentira, cada pensamiento de sexo ilícito y cada vez que me enojo sin razón? ¿Qué tal si Dios considera mi deseo por sexo ilícito como adulterio y mi odio como homicidio de corazón? ¿Qué tal si estoy ignorando al Dios que me dió la vida y que me da cada respiro? ¿Qué tal si no me veo como un enemigo de Dios, que merece no menos que pasar la eternidad en el infierno? ¿Qué tal si Dios no desea que yo vaya al infierno e hizo una manera de ser perdonado? ¿Qué tal si Dios recibió mi castigo al morir en la cruz, en la forma de Jesucristo, por todos mis pecados? ¿Qué tal si la convicción que siento en mi corazón me esta rogando que me arrepienta verdaderamente y ponga mi fe en Jesucristo, el único que puede salvarme?
¿Qué tal si Dios permitió que leyera esto por una razón? ¿Que tal si estoy fingiendo...?
Por favor, comprende que lo que realmente importa no es lo que te ha sido enseñado por los hombres... sino que es ante Dios ante el cual todos estaremos en el Día del Juicio. No queremos decirte sólo lo que quieres oir, sino la pura Verdad como es dada por Dios en Su Palabra. Este mensaje no te lo damos para ofenderte, sino a raíz de una preocupación sincera por tí. Nosotros también fingimos ser cristianos por muchos años, aunque sabíamos que nuestras vidas demostraban lo contrario. Aunque nos gusta decirnos a nosotros mismos que todo estará bien, no podemos negar la verdad.
Si es verdad que una obediencia sincera a Jesucristo demuestra si uno realmente se ha quebrantado por la maldad de sus pecados contra El y que ha sido regenerado por el Espíritu Santo, examínate. ¿Es tu vida un ejemplo de un seguidor genuino del Señor Jesucristo quien en humildad dio Su propia sangre por tí?
Si es cierto que nuestros frutos demuestran quiénes realmente somos...
¿puedes llamarte a tí mismo un verdadero cristiano?
Gál 6:3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
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