Cuántas veces hemos escuchado pastores y cristianos decir que se sienten realizados por tener tal o cual cantidad de logros o que no lo dicen pero que dentro de su ser se sienten realizados. Recientemente platicando con un par de personas de la iglesia sobre este tema llegábamos a la conclusión de lo que es realmente realizarse, (al menos en la esfera espiritual y bíblica) (que finalmente es la que debe de interesar)
Como ejemplo de esta realización tomaremos de ejemplo (aunque ejemplos sobran en la escritura) nada menos que al apóstol Pablo.
Un hombre que humanamente podía decir que estaba realizado en la vida.
Filipenses 3:5-6
Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.Pero que sin embargo, tenía en mente algo más importante.
Filipenses 3:7-10
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,El sabía que su realización no estaba en lo que había logrado, sino en conocer a Cristo y ser conocido por El. Es muy común que como pastores o cristianos midamos la realización en términos de logros. O sea lo que tal o cual persona ha hecho o realizado. Ahora, definitivamente que cuando una persona ha encontrado su realización no en las cosas que le rodean o que tiene sino en Cristo y solo en el, definitivamente que se refleja. Pero sucede que nuestra tendencia es juzgar por los logros. Si es un pastor y tiene una iglesia “pequeña” decimos: no se ha realizado, pero si su iglesia crece numéricamente, se piensa: “Ahora si se ha realizado” pero ¿es esto verdad? Conforme a las escrituras no. Pablo dijo que su realización no estaba en otra cosa que no fuera CONOCER A CRISTO y SER CONOCIDO POR EL. Al final de su vida el dijo:
2 Timoteo 4:7-8
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Su realización no estaba en lo mucho que él había logrado. Nuestra realización no está en la cantidad de gente que tenemos o lo que logremos.
El mismo apóstol les dijo a los Corintios en 2 Corintios 10:17.
Mas el que se gloría, gloríese en el Señor;
Jeremías 9:23,24.
Así dijo el Señor: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
: Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice el Señor.
Nuestra realización debería de ser en conocerlo y hacer su voluntad. Lo demás se lo dejamos a él.Romanos 11:36
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.¿Tu realización esta en conocerle a Él cada día o mides tu realización por lo que has logrado?
Señor, permítenos poder encontrar en ti y solo en ti la verdadera realización. Hch 17:28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;
que no se encuentra en lo que hemos hecho o logrado, sino en conocerte, de tal
manera que cuando partamos de este mundo estemos satisfechos de haberte conocido
y hecho tu voluntad
muchos dicen: "yo conozco al Señor"...¿pero sera que el Señor los conoce a ellos?
Mat 7:22-23 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
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